Como cada mañana, de un día de entre semana, como transcurre desde que no pago mi gym, hago mi ruta de running aquí en los Fuertes de la ciudad, (de nosotros) "LOS ANGELES", mejor conocida como ciudad Pipope o Pipopelandia, igual y próximamente: "Pipo Land".
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Salimos (mi ipod y yo) de mi casa ubicada en esta zona de la ciudad, donde todavía hay árboles, muchos eucalíptos y algunos pinos en un pequeño y lindo pulmoncito que da oxígeno a Puebla.
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Subo un par de calles empedradas de bonitas fachadas, hacía la plaza de toros que está a unas siete calles de mi casa, también frente al recinto que tantos años ha albergado la feria de Puebla, que cuentan las "malas" lenguas: por ahí del cinco de Mayo esa feria está en su mejor momento y que dicho recinto ahora está en remodelación y pretende ante el armazón enorme que ya es visible, ser un mounstro de feria para los siguientes años. Después, bajo hacia la calzada Ignacio de Zaragoza donde por unos 30 segundos puedo ver mientras continúo corriendo los chorros de agua altos de la fuente-monumento del mencionado general, y retomo la ruta pasando por el fuerte de Loreto y doblo por una tal calzada los fuertes, bonita, así como de película, desde lo alto de los fuertes alcanzo a apreciar el viejo estadio olímpico donde un día tocó Queen, donde me tocó entrenar foot, veo desde ahí todas las cúpulas de las Iglésias coloniales de mi ciudad desde la de San Francisco que está al pie de los fuertes pasando por la Catedral, la Compañía y otras del centro y la vista libre me deja ver hasta el cerro de la Paz del otro lado de la ciudad donde está la iglésia del cielo (conste ke hablo de arquitectura no de religión).
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Del otro lado, la casa Puebla (casa que habita el gobernador en turno) con sus grandes ventanas, luce en blanco y portones amplios de madera dónde algún día me ofrecerán vivir y obviamente no aceptaré.
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Sigo ya de bajada sobre la calzada de dos carriles para los coches, uno que sube y otro que baja; algo extraño en este día, es que justo ahí, de subida viene pasando una camioneta azul, por un segundo logro reconocer en su interior al profe Hugo, un profesor de la materia de Educación Física que hizo una mirada como de que también me reconoció, cosa ke no es tan probable tomando en cuenta los miles de alumnos que estudiabamos en el Centro Escolar, ja, la primera vez ke nos dio la materia fue en kinder, todavía tenía el cabello negro y la tez bronceada que debe llevar un buen profesor de Educación Física, después nos dio en la primaria y luego en la secu: y que "según mi alto grado de intuición" él tenía ke haber pensado en ese momento, ¡en ese momento de encuentro!: que su trabajo había valido bastante la pena, dado que estaba viendo a un ex-alumno suyo haciendo ejercicio físico después de tantos años, apenas y me dio tiempo de sonreír, cursi y nostalgicamente, sin parar de correr pasé por la puerta del World Trade Center y del Hotel Lastra, que se quedó en un mood como de los años 70, por curioso que parezca en ese momento circulaba un Mercedes Benz plateado super lancha como de la misma década, con una rubia al volante al mas puro estílo de Marilyn Monroe pero en región 4, con los chinos rubios agitados por el aire que entraba en su ventanilla, y mas adelante, ya mas cercano a la realidad un tipo en su bochito blanco peinado como Eugénio Derbéz, cuando hace el papél de Armando Hoyos(no se hagan... todos vimos alguna vez a Armando Hoyos), esperando que algún buen Poblano le cediera el paso para incorporarse a dicha calzada (cosa que obviamente no sucedió)al menos no mientras yo corrí ese tramo. Me provocó tanta risa la cantidad de personajes tan inusuales, o que tal vez normalmente pasen desapercibidos.
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Ya de regreso la subida es pesada y agita el corazón. El turibús me rebasó, pasé por una casa blanca ke me gusta, ke tiene un chorro de detalles bien curiosos además de una terraza de madera obscura en el último piso, en donde seguramente alguien toma café en la mañana o en las tardes cuando llueve o hace frío (snif snif). Bueno, llegando al fuerte de Guadalupe decidí trabajar unos abs y otros dos personajes hicieron que el día de hoy me sintiera yo como un friki de un cuento de freaks al que fui invitado por un día. Una chica delgada, de cabellos chinos y medio enredados en negro, de unos 30 años que a primera vista parecía estar ensayado para su concurso feminista de oratoria. También un señor viejito de pants, con camisa camuflageada, gorra y gafas de trancho, ke iba con su bici y que según me dijo iba también a trabajar su abdomen, pero nada mas abrazó como cinco minútos un árbol y se fue, ahh también me dijo cuando se iba: está loca la chava verdaaá?; Yo sólo sonreí. Como que abrazar un árbol tanto tiempo no está cool.
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Había cosas que ya no quería creer, o igual ya no podía jajaja.
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Pero luego de escuchar los diálogos de esta señorita defensora de los derechos de las mujeres, que iban dirigidos hacía algunas mujeres invisibles (o igual y le hablaba a las hormigas) y les decía a gritos que ya no fueran pendejas ante los hombres, que salieran de la jaula de no se que... y que cerraran los ojos por tres minutos y reflexionaran sobre no se ke... y que cuando pasé junto a ella me grító TÚÚ , tu eres no se ke, no escuché bien, pero seguramente me dijo algo peyorativo, en contra del género, afortunadamente Fito Páez me decía Dar es Dar y no fijarme en ella ni en su manera de actuar (entonces sonreí amistosamente, no hipócritamente), mientras veía la voz de la chica seguir en movimiento como en los 15 minutos anteriores de discurso.
La chica se quedó en el viaje, luchando por los derechos de las mujeres, luchando por la igualdad de géneros y yo...
Yo llegué a casa y mi día volvió a ser normal, para milagro mío no me pasó como en esa canción del TRI en donde dice:
-Oye cantinero siiirveme otra copa por favor.
y le contestan:
-Y no soy cantinero soy el loquero de eeeeste hospital.
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Thanx keridous lectores.
P.D. No utilizo imágenes porque siento que arruinan el proceso de imaginación, pero si les gustan mas los post con imágenes pues hagan el favor de escribirlo en un comentario.
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